El náufrago se despierta. Por un instante, se imaginaba navegando. Pero tan solo era un efímero sueño. Ha vuelto a la realidad. Pero por, dormirse, la única madera a la cual se aferraba, se le ha escapado. Ahora, ni siquiera tiene donde abrazarse para poder estar a flote. Cada vez está más solo en medio de la noche. Sus pies y sus brazos están cansados de tanto agitarlos en el agua. Que debe hacer? Cerrar los ojos y dejarse hundir? Seguir luchando, para, tal vez, sólo prolongar el sufrimiento?
No hay comentarios:
Publicar un comentario