viernes, 21 de mayo de 2010

Náufrago...

Aferrado a una madera que aún flota, el náufrago herido, contempla la infinitud del Mar. Rodeado de los restos del reciente naufragio, no tiene brújula, ni mapa. Las estrellas, que antes le favorecían, esta noche, le dan la espalda. Con frío, el rostro entumecido, sabiéndose perdido, no puede entender qué ocurrió. Su Nave, se hundió en la oscuridad del Océano. Y con ella, también una parte de él. O todo él.


Cierra sus ojos el náufrago, ya no siente frío. Sonríe. Imagina el viento en su rostro. Se afirma en el timón. El Viento infla las velas.

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